El senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia pareciera que a cada día que pasa va perdiendo aliados políticos, pues además del claro enfrentamiento que ha mostrado en contra de su compañero de bancada el senador Ricardo Monreal, a quien el propio Andrés Manuel López Obrador le pidiera someter a consulta el dictamen de la ley del Outsourcing, misma que llevó a la conformación de la Mesa de Alto Nivel en la cual se reunieron más de 100 expertos en el tema.
Cuestión que lo llevó a enfrentarse con su también compañero de bancada el senador Eduardo Ramírez Aguilar, por la elaboración de una serie de cambios al dictamen en donde Napoleón Gómez Urrutia hizo serios señalamientos afirmando que la propuesta estaría siendo frenada desde dentro de la propia 4T, desatando el descontento entre los miembros del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo sus pugnas no pararon ahí, pues ahora se trata de Luisa María Alcalde titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. De acuerdo con el columnista del periódico 24 horas José Ureña, Napito no se cansa de enfrentarse con autoridades del gobierno actual, “Están contra su postura porque, argumentan, trastocaría las relaciones laborales y desalentaría la inversión cuando más necesita recursos el país”, afirmó Ureña.
Pues ya es publico el desacuerdo que Napoleón Gómez Urrutia ha hecho con el Senado, pues al realizarse una Mesa de Alto Nivel conformada por expertos en materia laboral y de la subcontratación, las conclusiones mas importantes fueron las siguientes: Crear el Registro de Empresas de Subcontratación; no criminalizar la subcontratación y eliminar la retroactividad, porque convertía en inconstitucional el dictamen original; reforzar la inspección de la STPS; reforzar las leyes del IMSS y del Infonavit para que exista coherencia jurídica en materia de subcontratación; y garantizar los derechos de los trabajadores.
Aún así, el senador decidió no aceptar los acuerdos, lo que ha provocado que pierda el apoyo que originalmente tenía pues sus compañeros han asegurado que más que una legislación a favor de los trabajadores, se ha convertido en un berrinche personal.